ACUARIOS DE AGUA SALADA Y SUS CUIDADOS ESPECIALES

23 de marzo de 2017

Vivimos en una época en la que cada vez son más las personas que sienten una inquietud especial hacia la acuariofilia, o lo que es lo mismo, la afición por la cría de peces y otros organismos acuáticos en acuarios doméstico. Es más, según demuestran estudios recientes, además de ser una de las formas de entretenimiento más populares del mundo, tiene efectos terapéuticos que se traducen en una reducción del estrés, disminuyendo el ritmo cardíaco y produciendo un estado de relajación completa.
 
Debemos tener claro que este hobby supone gran responsabilidad y que además requiere de tiempo y esfuerzo. En un acuario de agua salada hay que conseguir imitar al máximo el hábitat y las condiciones ambientales que lo determinan, con tal de que los animales vivan y se encuentren lo mejor posible.
 
Los acuarios pueden ser de agua dulce o salada y de agua caliente o fría según sea el hábitat que se quiera reproducir. Se trata de un aspecto muy importante a tener en cuenta, ya que según elijamos uno u otro, las características, los costes y los cuidados van a variar considerablemente.
 
Centrándonos en los acuarios de agua salada podemos decir que se trata de un acuario cuyo coste y mantenimiento es superior a los acuarios de agua dulce.
 
La iluminación en los acuarios de agua salada también juega un papel muy importante. La norma básica es que los acuarios en general, ya sean de agua dulce o agua salada, deben estar fuera de la exposición directa del sol y de cualquier fuente de calor. En los acuarios de agua salada, la iluminación deberá alcanzar aproximadamente el watio/litro, lo cual supone un gasto eléctrico importante.
 
Además, este tipo de acuarios necesitará numerosos test para controlar parámetros tales como la temperatura, pH, densidad… así como un pequeño skimmer y en algunos casos, un enfriador.
Las especies acuáticas marinas también son considerablemente más caras que las de agua dulce, por ello se recomienda a menudo empezar con un acuario de agua dulce hasta que se adquiera una buena práctica.

Un pez payaso y las anémonas en un acuario domestico de agua salada

Un acuario doméstico de agua salada con anémonas y peces payaso
 

El acuario de agua salada

El acuario de agua marina debe ser de tamaño tan grande como sea posible para conseguir la máxima estabilidad en la calidad de agua (con una longitud mínima de 90 cm. y una anchura de 30 cm.) Es conveniente que sea profundo, porque los peces marinos no viven sólo en superficie, y pasan tanto tiempo nadando verticalmente de arriba abajo como horizontalmente.
 
Casi todos los peces que se tienen en un acuario marino tropical son de arrecife de coral. En los arrecifes coralinos, el nivel de oxígeno del agua es estable y las temperaturas del agua son usualmente constantes. Los niveles de luz son muy elevados. Este ambiente natural tan estable es la causa de que los peces marinos resulten difíciles de mantener. Estos peces no están preparados para enfrentarse con variaciones ambientales significativas, contrariamente a lo que sucede con los peces de agua dulce.

Acuario doméstico de agua marina

Los corales tropicales requieren agua salada
 
Los acuarios marinos tropicales deben tener más escondites que peces, y para las especies excavadoras, disponer de un substrato suficientemente fino. La arena que se utiliza es de coral con una composición de carbonato de calcio, formada por esqueletos de animales coralíferos.
En el acuario marino de agua fría hay que controlar la temperatura, el pH, la densidad del agua y la salinidad, y hay que usar un refrigerador de agua.
 
Tenemos que vigilar dónde colocamos el acuario, ya que el agua salada puede estropear muebles o alfombras, debemos que asegurarnos de ponerlo en un lugar donde lo podamos llenar o vaciar sin ocasionar daños domésticos. Es esencial disponer de una tapa de cristal que encaje perfectamente. No sólo evitará que salten los peces, sino que reducirá la evaporación del agua, lo que podría ocasionar drásticos incrementos en la salinidad.

Durante muchos años, el cuidado de peces marinos fue obstaculizado por la necesidad de utilizar agua de mar natural (que había que purificar y almacenar para su uso) porque la mezcla de sales artificiales era insatisfactoria. Actualmente, la «sal de mar» está disponible para ser mezclada con agua del grifo para producir una excelente agua sintética en la cual los peces marinos pueden prosperar. Otra característica importante del agua de mar es su pH alcalino, normalmente alrededor de 8,0-8,3.
 
El dióxido de carbono, producido por los animales, se disuelve en el agua y tiende a hacer un pH ácido. En las condiciones de un acuario salado, si no se va con cuidado, tanto el pH como los niveles de nitrógeno pueden fluctuar, dado que la acción amortiguadora del océano está ausente.
Los fluorescentes deben proporcionar luz brillante y rica en ultravioletas que los peces necesitan para su salud, y que resalta sus colores. El exceso de luz no es peligroso, al contrario, facilitará el crecimiento de las algas; los peces marinos se alimentan de las algas, y éstas, por otro lado, ayudan a neutralizar los residuos tóxicos de los peces.
 
Se recomienda usar un filtro biológico. Es importante que el aspirador sea lo más potente posible, para crear una corriente de agua salada adecuada. Las bacterias que crecen en el filtro transforman o hacen menos tóxicos los productos en descomposición de la excreción de los peces.
Hay que ayudar, a este tipo de filtros, con un filtro que contenga carbón activo. El carbón activo destruye químicamente los residuos orgánicos que no son extraídos por los filtros biológicos. En este filtro, a la larga también se instalan las bacterias, y lo hacen doblemente efectivo.
 
Para conseguir una mejor purificación del agua, además del filtro convencional se pueden utilizar espumadores de proteínas (protein skimmer), lámparas de luz ultravioleta y ozono.
 
El cuidado exitoso de peces marinos necesita de frecuentes controles de las condiciones para evitar cualquier problema. No obstante, en la práctica, una vez el acuario de agua salada ha sido instalado debidamente, esto significa unos pocos minutos de faena cada semana.
 
Las especies marinas que adquiriremos para este tipo de acuarios salados son considerablemente más caras que las de agua dulce, pero la belleza que podemos llegar a alcanzar con estos peces, además de los corales, es indescriptible, y harán que todo el esfuerzo y el trabajo realizado haya valido la pena.

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Un acuario marino tropical de agua salada