ALGAS Y PLANTAS MARINAS

3 de marzo de 2017

Desde el principio de los tiempos

 
Las plantas y algas marinas son uno de los primeros pobladores del planeta y, actualmente, una de las esperanzas para el futuro de la humanidad.
 
Un grupo concreto de algas marinas, las algas verdes o clorofíceas, evolucionaron y desarrollaron tejidos especializados, convirtiéndose en plantas. Es decir, las plantas superiores terrestres son descendientes de las algas. Algunas de estas plantas terrestres, colonizaron de nuevo el mar dando origen a las fanerógamas o plantas superiores marinas.
 
Entre las plantas marinas del Mediterráneo, por su tamaño, densidad y abundancia, la estrella es sin duda la posidonia (Posidonia oceanica). Esta planta marina, endémica del Mediterráneo, constituye uno de los signos de identidad biológica del Mare Nostrum. Con sus hojas en forma de cinta, forma extensos prados ondulados que dan cobijo y alimento a numerosas especies, así como un lugar idóneo para el apareamiento y la reproducción. Las praderas de posidonia producen una gran cantidad de materia orgánica (alimento) y de oxígeno (1 m2 de sus hojas proporcionan unos 10 l. de oxígeno al día) de manera que enriquecen considerablemente a otros ecosistemas. También forma arrecifes en muchas bahías y playas que evitan la erosión y la desaparición de éstas.

Plantas marinas y algas

Posidonia oceánica. Plantas y algas marinas.

¿Qué son las algas marinas?

Bajo el nombre de alga marina se agrupa una gran variedad de organismos, unicelulares o pluricelulares, de ambientes acuáticos o húmedos que tienen en común el hecho de ser fotosintéticos y, a diferencia de las plantas, no tienen unos verdaderos tejidos diferenciados tales como raíz, tallo y hojas y no producen flores ni semillas. Se trata de un grupo de organismos muy heterogéneo, con distinta historia evolutiva, aunque con una función ecológica parecida.
 
Presentan clorofila y pueden tener otros pigmentos accesorios. Su coloración, por tanto, puede variar dependiendo de la presencia de unos u otros pigmentos.
 
Igual que las plantas terrestres, son organismos autótrofos, capaces de producir materia orgánica a partir de CO2, agua y sales minerales y, como subproducto, producen oxígeno. Constituyen pues, el primer eslabón de la cadena trófica marina. 

La más grande y la más pequeña

 
Se han descrito unas 30.000 especies de algas marinas. Existen diversas opiniones en cuanto a la clasificación de las algas, ya que se trata de un grupo de organismos muy heterogéneo y con una gran diversificación en cuanto a tamaños. Encontramos desde algas unicelulares microscópicas, hasta algas de más de 50 metros y bastante complejas como el kelp gigante (Macrocystis pyrifera).
 
Citamos algunos de los grupos de algas más destacados:

  • Cianofíceas (algas azules) . Organismos procariotas muy primitivos. Especialmente abundantes en condiciones ecológicas extremas.
  • Dinofíceas o Pirrofíceas. Grupo de gran importancia en el plancton marino. En este grupo encontramos a las causantes de las mareas rojas, que en nuestras costas se deben a la Noctiluca scintillans. De noche, este alga tiñe el agua de una fosforescencia verdosa.
  • Crisofíceas (algas doradas) . De gran importancia también en el plancton marino. Son organismos normalmente unicelulares. A menudo estas algas presentan esqueletos silíceos, como en el caso de las diatomeas. Constituyen una importante fuente de alimento para muchas formas planctónicas y también son importantes como formadoras de sedimento.
  • Clorofíceas (algas verdes) . Las algas verdes, con unas 7.000 especies diferentes, viven en su mayoría en aguas continentales, sólo un 12% de las especies son marinas y la mayor parte de éstas son bentónicas (ligadas al fondo). Por su contenido en pigmentos (clorofila) y sustancias de reserva (almidón), semejantes a las plantas terrestres, son consideradas por los botánicos como las predecesoras de las plantas superiores. Algunos ejemplos de algas verdes son: Cladophora, Acetabularia acetabulum (que forma unos curiosos discos en forma de sombrilla, especialmente en verano), Halimeda tuna, Codium vermilara, Codium bursa (conocida como boina por su peculiar forma globosa, que a menudo utilizan algunos peces como lecho para reposar por la noche), Ulva lactuca, conocida como lechuga de mar, Caulerpa prolifera, Caulerpa taxifolia, Bryopsis muscosa…
  • Feofíceas (algas pardas) . Estructuralmente es el grupo más complejo, cosa que se observa especialmente en las laminarias. Aquí se incluyen las algas gigantes o kelp. Las algas pardas son predominantemente marinas y crecen de forma exuberante en regiones templadas. En el Atlántico Norte son frecuentes en la zona intermareal, donde están expuestas a la desecación y el frío, por ello tienen abundantes substancias mucilaginosas (ficoloides). Algunas feofíceas como Fucus vesiculosus tienen en sus “frondas” unas vesículas que les sirven de flotadores y las mantienen cerca de las aguas superficiales bien iluminadas. Dentro de este grupo existen algunas algas flotantes, los sargazos, que también contienen vesículas llenas de gas. Entre las algas pardas encontramos también: Padina pavonica, Dictyota dichotoma, Colpomenia sinuosa, Cystoseira mediterranea, Halopteris scoparia …
  • Rodofíceas (algas rojas) . Son predominantemente marinas. Se desarrollan principalmente en lugares umbríos y de aguas cálidas y tranquilas. Algunas especies pueden vivir a gran profundidad (200 m). Su color rojo o violáceo se debe a sus pigmentos (ficoeritrina y ficocianina, entre otros). Dentro de este grupo encontramos las algas coralinas que presentan el talo calcificado, ya que acumulan carbonato cálcico, dándole una rigidez parecida a rocas. Lithophyllum tortuosum forma grandes incrustaciones sobre las rocas, pudiendo formar cornisas, conocidas como trottoirs, en zonas muy batidas. Otras algas rojas: Asparagopsis armata, Corallina elongata, Jania rubens, Ceramium rubrum, Nemalion helmintoides, Porphyra…

Las primeras algas

Las cianofíceas o algas azules son probablemente los organismos vivos más antiguos. Existen formaciones, denominadas estromatolitos, originadas por deposiciones de estos organismos primitivos junto con capas de sedimento, datadas en unos 3.500 millones de años de antigüedad. Seguramente, fueron los organismos dominantes en los mares primitivos y contribuyeron a incrementar, de forma decisiva, la cantidad de oxígeno en una atmósfera carente de él.
 

Distribución de las algas

Las algas son organismos básicamente acuáticos, que han colonizado tanto aguas marinas como continentales, desde fuentes termales hasta regiones polares. También han conseguido vivir en zonas como la corteza de algunos árboles, e incluso las hay que viven en los caparazones de algunos animales o en piedras calizas. Existen algas que viven en simbiosis con los hongos (líquenes), otras en los tejidos de las esponjas y los corales (zooxantelas y zooclorelas).
 
Necesitan luz para sintetizar materia orgánica, por ello su distribución en los mares se limita a las capas más superficiales donde llega la luz (zona fótica), como mucho hasta los 200 m. en zonas de aguas más transparentes. Los distintos tipos de algas están adaptados, de acuerdo con los pigmentos que contienen, a diferentes profundidades. Así, las algas verdes suelen ser las más superficiales, seguidas de las algas pardas y, finalmente, de las rojas, que son las que colonizan las zonas más profundas. 

Importancia ecológica

 
Las algas marinas forman el primer eslabón de la cadena trófica marina y proporcionan alimento al resto de organismos. La mayor productividad del océano se debe, principalmente, a las algas microscópicas que flotan en el agua y que constituyen el fitoplancton. En épocas en que la radiación luminosa es lo bastante alta y los nutrientes (sales minerales) se encuentran en abundancia en las capas superficiales del mar, es cuando hay mayor proliferación de fitoplancton y el agua aparece verdosa (primavera y otoño).
 
También es importante destacar el papel de las algas en los arrecifes coralinos. Los corales contienen una gran cantidad de algas en sus tejidos (zooxantelas y zooclorelas), que les proporcionan alimento a éstos gracias a la fotosíntesis. En las regiones costeras, las macroalgas son vitales como refugio y fuente de alimento de muchas especies.

Usos y propiedades de las algas


Las algas marinas han sido utilizadas desde tiempos inmemoriales en los pueblos costeros, especialmente en los países asiáticos como China, Corea y Japón. En Japón, las algas constituyen la base de la alimentación; el conocido nori (una alga parda denominada Porphyra) se emplea para preparar sushi, aunque también se añade a sopas, ensaladas y aperitivos; su contenido en vitamina C es mayor que el de los cítricos. También son comestibles algas como Laminaria (Laminaria digitata) y Ulva lactuca. En occidente, hasta hace relativamente poco, las algas no han sido utilizadas para el consumo directo más que en períodos de hambruna. Las algas son pobres en grasa y constituyen una fuente importante de minerales (especialmente calcio y yodo) y también de vitaminas.
 
Las algas se explotan comercialmente para la obtención de agar, algina, carrageenina y otros ficocoloides imprescindibles en la industria alimentaria como emulsificantes y estabilizantes, en la industria farmacéutica, cosmética, sanitaria, etc. También se usan como alimento para animales y como fertilizantes.
 
El agar se obtiene de algas rojas y se utiliza en la preparación de medios de cultivo en microbiología, en la fabricación de quesos y mayonesas, como laxante… La carrageenina se utiliza en la preparación de salsas, bebidas de chocolate, y para estabilizar pinturas y cosméticos. La algina deriva de las algas marrones como Laminaria y Macrocystis y se usa en repostería y en la fabricación de dulces.
 
Las algas marinas pueden resultar muy apetitosas si se sirven o cocinan de manera adecuada. Solamente hay que tener en cuenta eliminar el exceso de sal que contienen.